AL FIN, LA LITERATURA SALE DE SU MODORRA
No sólo se trata de que la
Tecnología haya profanado el sagrado recinto de las
Humanidades, sino que, lo más grave, es que esa irrupción haya llegado acompañada por una insólita legión: computadores, jergas extrañas, vicisitudes administrativas y mecánicas; todo lo cual puede crear, muy rápido, un
clima de enfrentamiento. Y esa confrontación deja ver a las claras que lo que pone en juego el
hipertexto es la supervivencia y lucha de ciertas ideas; ideas sobre la
Literatura como Arte, sobre la
Cultura, sobre la
Sociedad, etc.
Esta
imprevisibilidad (la percepción del
hipertexto como un hecho inesperado, distinto, es decir, nuevo) de una posible injerencia de lo tecnológico en el seno del
discurso literario, genera otro síntoma que ayuda a caracterizar al hipertexto como acontecimiento: la nutrición de una crisis.
En efecto, el hipertexto orquesta una
crisis al interior de la institución literaria la cual ya cuenta con n
umerosos miembros.
Kernan incluye, por ejemplo, las actividades de la crítica radical que ha
deconstruido las nociones establecidas, pero también factores de pérdida de
centralidad de lo literario como la superposición de una cultura de la imagen a una cultura del libro, o las dificultades jurídicas del
Copyright. Es decir, que más que un generador de crisis, el hipertexto la alimenta, en la medida en que obliga a repensar lo que podría denominarse la rutina institucional. Una visualización de las potencialidades (destructivas, constructivas o
reconfigurantes) del hipertexto produce
sinnúmero de actitudes: temor, inseguridad, pero también búsqueda e indagación. Ocasiona revisiones y un proyectar nuevo. Incluso genera un carácter dramático específico: la lucha por negar o por afirmar la pertinencia de esta presencia, que hace que algunos la vean como algo
apocalíptico y otros más bien la consideran como algo valioso en su carácter innovador.
Finalmente, aplicado al hipertexto, el concepto de
metáfora, permite evidenciar que un determinado fragmento, o
lexía, se presta a varias
lecturas en función de los recorridos en los que se inscribe. Esa es una de las características básicas del
hipertexto en comparación con el
texto.
Cada fragmento , está en un cruce de caminos que hacen uso de él y le aportan diversas facetas। “Quizá sea esa la clave del
pensamiento hipertextual del futuro -afirma
Clément- "es un constante devenir, un pensamiento potencial, variable y cambiante, la progresiva formación de la memoria a través de un recorrido
laberíntico”.